Diario de un alma en búsqueda

Podría escribir estas reflexiones en un diario íntimo y guardarlo bajo llave pero, teniendo en cuenta que los diarios tarde o temprano llegan a las manos de las personas, he decidido compartirlas vosotr@s. Especialmente me gusta esta idea porque siento que tod@s los Seres humanos compartimos la misma esencia, aunque exista un amplio espectro de tonalidades en las formas y en los caminos que tomamos, pero los sentimientos, las luces y las sombras están presentes en tod@s nosotros.
También creo que en este tiempo que vivimos lleno de materialismo, de experiencias fugaces y de individualismo, faltan espacios de reflexión y de compartir sin prisas y con humanidad, espacios de verdadero encuentro de las Almas.
Por ello, trataré de escribir desde el corazón, dejándo máscaras y armaduras a un lado, por el mero hecho de disfrutar compartiendo contigo aquellas vivencias y experiencias que vayan dejando huella en mí.
Por supuesto, tus experiencias y comentarios serán bienvenidos, siempre y cuando nazcan desde tu verdadero Ser.

4 comentarios:

  1. Serían las 7 de la tarde cuando estaba leyendo un libro en la playa hippie del Balneario. Había ido expresamente a observar la playa de los hippies para ver en qué condiciones estaba por algunos comentarios negativos que me había hecho una amiga. Iba pensando que es una pena que ese sitio tan maravilloso que tenemos en la ciudad malagueña esté tan abandonado y descuidado y que debía apoyar alguna iniciativa a favor de su restauración. Al llegar observé durante un rato el panorama de hippies e inmigrantes que se encontraban allí, algunos incluso se han instalado allí y viven como en una comuna. No me pareció que estuviera mugriento ni nada parecido aunque sí podría estar más cuidado como todas las playas de nuestra ciudad. Las olas rompían contra la orilla con fuerza, los grupos charlaban, fumaban, bebían, encendían un fuego,... A lo lejos, tres chicos negros charlaban, cuando uno levanta la mano y me saluda. Yo sorprendida, le devuelvo el saludo tímidamente y sigo leyendo, esperando que no se acercaran a hablar conmigo porque había ido a estar tranquila allí y a leer sin que nadie me molestara. Pronto noto que alguien se acerca y deseo que no venga a hablar conmigo.. pero levanto la mirada y veo a uno de estos chicos de pie mirándome y me dice "Yo querer te conocer". Trato de mostrar una mirada segura y amable y le digo que yo he venido a leer mientras le muestro el libro entre mis manos. Él me contesta "Yo también tener una historia que contar", a lo que con cierta timidez y poca convicción le digo que quiero estar tranquila un rato. En este momento ya me sentía mal conmigo misma, por cerrarme así, por miedo... Así que cierro el libro y le pregunto de dónde viene, de Senegal me dice. Se sienta a medio metro de distancia y empieza una preciosa conversación sin más pretensión que la de compartir un rato y unas experiencias.
    De no ser que mis argumentos en contra de ese encuentro se caían por su propio peso y si mis miedos me hubieran hecho cerrarme en banda, me hubiera perdido toda la riqueza y calidez que ahora siento en mí. Gracias Baidy por ACERCARTE A COMPARTIR UN RATO CONMIGO! Cuánto nos perdemos cuando vamos por la Vida con el corazón cerrado a los demás... cuánto podríamos aprender!!

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    1. Una historia sobrecogedora la de este gran chico que no se merece los duros golpes que le asesta la vida. Esperemos que sea capáz de salir a flote y que encuentre trabajo para él y los suyos. También con nuestra ayuda, en la medida de lo posible. Aunque son tiempos difíciles para todos, hay niveles y niveles de dificultad económica.

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  2. Me gusta la idea de un espacio donde compartir vivencias a través de la comunicación escrita.
    Te animo a seguir escribiendo historias como esta en tus ratos libres.

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